Fue una acción militar que buscó desalojar a los dominantes brasileños y organizar políticamente a la Provincia Oriental. El jefe de la expedición fue Juan Antonio Lavalleja, siguiéndolo en importancia Manuel Oribe. Pero no estaban solos, la cruzada libertadora fue llevada adelante por la unión de diversidad de esfuerzos; algunos participando en la lucha armada u otros colaborando en forma indirecta.
En 1823 los “Caballeros Orientales” habían intentado liberarse de los dominadores, pero la derrota los obligó a refugiarse en Buenos Aires. Allí continuaron los preparativos y esperaron que nuevas condiciones políticas les permitieran reiniciar las luchas revolucionarias.
Objetivos de los revolucionarios:
MILITAR: Derrotar al invasor
POLÍTICO y LEGISLATIVO: Proclamar la independencia del poder extranjero y organizar el gobierno de la Provincia Oriental.
La Organización
Lavalleja, que había combatido contra los portugueses y brasileños junto a Artigas, organizó desde la Provincia de Buenos Aires una expedición militar con el objeto de expulsar a los brasileños y reunir a la Provincia Oriental con las Provincias Unidas del Río de la Plata, tal como había sido la intención del movimiento de los años 1822 a 1823.
La expedición, que resultó en la Cruzada Libertadora contó con el apoyo de algunos ganaderos y saladeristas de la provincia de Buenos Aires que veían en la ocupación brasileña de la Provincia Cisplatina un peligro para sus intereses.
El desembarco
Bandera de los Treinta y Tres Orientales.
El 18 de abril de 1825 Lavalleja y sus hombres embarcaron en los puertos bonaerenses de San Isidro y Quilmes y avanzaron cuidadosamente por las islas del delta del Paraná, evitando la vigilancia de la flota brasileña. Por la noche, cruzaron el Río Uruguay en dos lanchas y desembarcaron en la Playa de la Agraciada, la madrugada del día 19 de abril. Donde desplegaron la bandera de tres franjas horizontales roja, azul y blanca, colores tradicionalmente usados desde los tiempos de Artigas.
Recuperación del territorio
Una vez llegados, inmediatamente se les fueron uniendo otros contingentes que preparados. Así ocuparon Dolores, y poco después la de Villa Soriano. Eludiendo la ciudad de Mercedes, bien defendida por los brasileños, avanzaron hacia el sur-este.
El jefe brasileño de Montevideo, el Gral. Lecor, destacó una partida de 70 hombres para tratar de detener al grupo comandado por Lavalleja. Al mando del mismo, iba Fructuoso Rivera, que se había incorporado como Oficial al ejército ocupante. Rivera alcanzó al grupo de Lavalleja el 29 de abril de 1825, sobre las márgenes del arroyo Monzón; pero a pesar de la rivalidad que los había separado en los últimos tiempos, ambos jefes orientales acordaron continuar juntos el emprendimiento libertador. Su gesto de reconciliación y unión de sus fuerzas para enfrentar a ejército brasileño, se conoce como “el abrazo del Monzón”.
La incorporación de Rivera constituyó un hecho fundamental para el éxito de la campaña, debido a su enorme prestigio, lo que determinó que el alzamiento contra la dominación brasileña se generalizara en todo el territorio de la Banda Oriental.
Las fuerzas comandadas por Lavalleja prosiguieron así su avance hasta llegar a Montevideo, a la que pusieron sitio.
Organización de la Provincia Oriental
Lavalleja adoptó algunas medidas para organizar el gobierno del territorio liberado. Convocó a representantes de los pueblos para elegir un Gobierno Provisional, el cual lo designó como General en Jefe del ejército libertador y a Rivera como Inspector General de Armas.
Poco después, tenía lugar la batalla de Rincón en que Rivera obtuvo un importante triunfo que le reportó disponer de una enorme caballada que sería fundamental para el equipamiento del ejército patriota; y luego la decisiva batalla de Sarandí, que consolidó definitivamente la liberación del territorio de la Banda Oriental del dominio brasileño.
Vídeos:
https://youtu.be/QqkHLfjn4Y0
https://www.youtube.com/watch?v=8RAqjPqKs6I